Durante los últimos 10 años en mi experiencia laboral, tuve la oportunidad de coincidir con algunos profesionales que consideraban que el conocimiento sobre normas técnicas les convertía en parte de un grupo selecto, como si fueran tocados por alguna divinidad superior que encontraba en ellos refugio para iluminar a los pobres mortales que les rodeaban. Considerando a todo aquel infeliz que no supiera sobre normas, comités técnicos, estructura, aprobación, utilización, etc., como indigno de poder aplicarla en cualquier organización.

 Decidí entonces conocer más sobre las normas técnicas, su aplicación e implementación, logrando comprender que si bien es cierto tienen una carga técnica muy alta en el caso de las normas de producto, para el caso de las normas de sistemas de gestión entendí que lo primero que debe tener la o las personas que van a utilizar este tipo de normas es “sentido común” ….

 Sí, como lo leen, lo primero y más importante que deben tener los implementadores de normas de sistemas de gestión es un gran sentido común, puesto que la manera en la que están desarrolladas mantiene una lógica empresarial muy común para las organizaciones, independientemente del tamaño, productos/servicios que ofrecen, volumen de ventas, número de trabajadores, sector en el que se desenvuelven, etc.

 En función de lo expuesto, se puede colegir que todas las organizaciones están aptas para implementar normas de sistemas de gestión sean de calidad, antisoborno, seguridad de la información, etc.

 Los implementadores de estas normas deben cumplir algunas condiciones:

 Saber leer (para entender las distintas cláusulas de la norma de sistemas de gestión).

  1. Comprender el modelo de negocio de la organización a ser implementada la norma.
  2. Tener el respaldo necesario de las autoridades de la empresa.
  3. Saber trasmitir con claridad los requisitos de la norma a ser implementada.

 Esta es la realidad sobre la “experticia” que requieren los consultores implementadores de normas de sistemas de gestión. Básicamente todos los profesionales pueden ser candidatos serios para convertirse en buenos implementadores.

 Hay una frase que define de manera correcta la realidad de algunos “gurúes” de sistemas de gestión: “en el mundo de los ciegos, el tuerto es el rey”. Es por esto que considero que las normas de sistemas de gestión deben ser popularizadas a todos los profesionales que tengan la voluntad de leer y aprender.

 Si la intención de los consultores es lograr que la mayoría de las organizaciones tomen la decisión estratégica de implementar un sistema de gestión, es necesario lograr que más profesionales puedan acceder al conocimiento de las normas, por medio de capacitaciones y herramientas tecnológicas que aporten al desarrollo de las habilidades indispensables para convertirse en implementadores de sistemas de gestión.

 Es por esto que los consultores debemos aportar con las empresas, sin considerar la arrogancia de los fatuos expertos que creen ser los más importantes dentro de la hermosa experiencia de implementar de manera adecuada un sistema de gestión, olvidándose de que los actores principales son el personal operativo y directivo de las empresas.

Desde Cavilar estamos prestos para colaborar con las organizaciones, basando nuestro trabajo de consultoría en cuatro principios fundamentales (planificación de actividades, comunicación asertiva, desarrollo de la competencia del personal involucrado y seguimiento constante y monitoreo).

 Autor: Mauricio Maldonado A.

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